El poder curativo de la empatía

La empatía es la medicina que el mundo necesita en este momento.

Como psiquiatra y empático, me fascina cómo funciona el fenómeno de la empatía. Me apasiona que la empatía sea la medicina que el mundo necesita en este momento.

La empatía es cuando nos acercamos a los demás y nos ponemos en su lugar. También significa que podemos ser felices por los demás en sus momentos de alegría. El Dalai Lama dice: “La empatía es la cualidad humana más preciosa”.

Durante estos tiempos estresantes, personal y globalmente, es fácil sentirse abrumado. Aun así, la empatía es la cualidad que nos ayudará a superar. Nos permite respetarnos unos a otros, incluso si no estamos de acuerdo. La empatía no te convierte en un suave sentimental sin discernimiento. Te permite mantener tu corazón abierto para fomentar la tolerancia y la comprensión. Ser empático no siempre es efectivo para comunicarse con las personas, pero creo que es la mejor oportunidad que tenemos para la paz en nuestras vidas y en el planeta.

En mi libro The Empath’s Survival Guide, analizo el poder de la empatía. También abordo la diferencia entre la empatía ordinaria y ser un empático. Al igual que muchos de mis pacientes y yo, los empáticos son personas que ocupan un lugar alto en el espectro empático y realmente sienten lo que está sucediendo en los demás en sus propios cuerpos. Como resultado, los empáticos pueden experimentar una profunda compasión por los demás, pero a menudo se agotan por sentirse “demasiado” a menos que desarrollen estrategias para salvaguardar sus sensibilidades y establecer límites saludables. La investigación sugiere que los empáticos pueden tener un sistema de neuronas espejo hiperactivo en sus cerebros. Estas son las células responsables de la compasión. Debido a la tendencia de un empático a experimentar dolor en los demás, es importante que aprendamos a cuidarnos sin soportar el sufrimiento de los demás o del mundo.

El mensaje de empatía siempre es “Te escucho”, incluso si no estás de acuerdo con el razonamiento de alguien. Estas palabras mágicas son el primer paso para que los demás se sientan seguros. Sin embargo, ser una empatía no significa que te conviertas en un felpudo o que toleres el abuso, solo para mantener la paz en situaciones insalubres. Más bien, una vez que puede ver de dónde viene alguien, puede tomar las mejores decisiones en esa situación.

Los empáticos comparten todos los rasgos de lo que la Dra. Elaine Aron ha llamado “Personas altamente sensibles” o HSPs. Estos incluyen un umbral bajo para la estimulación, la necesidad de tiempo a solas, la sensibilidad al sonido de la luz y el olfato, además de una aversión a grupos grandes. Las personas altamente sensibles también tardan más en relajarse después de un día ocupado, ya que la capacidad de su sistema para pasar de una estimulación alta a estar en silencio es más lenta. Los empáticos comparten el amor por la naturaleza y los ambientes tranquilos de una persona altamente sensible. Sin embargo, la capacidad de un empático para la intuición altamente desarrollada y su tendencia a ser una esponja emocional que absorbe el estrés del mundo los diferencia de alguien que es sensible a la estimulación sensorial excesiva.

Para determinar si usted es un empático, responda este cuestionario de la “Guía de supervivencia de Empath”.

¿Eres un empático?

Para averiguarlo, tome la siguiente autoevaluación de 20 preguntas, respondiendo ‘mayormente sí’ o ‘mayormente no’ a cada pregunta.

Autoevaluación de Empath

1. ¿Me han etiquetado como “demasiado sensible”, tímido o introvertido?

2. ¿Con frecuencia me siento abrumado o ansioso?

3. ¿Las discusiones o los gritos me enferman?

4. ¿Siento a menudo que no encajo?

5. ¿Estoy agotado por las multitudes y necesito solo tiempo para revivir?

6. ¿Estoy sobreestimulado por el ruido, los olores o los interminables?

7. ¿Tengo sensibilidad química o no tolero la ropa rasposa?

8. ¿Prefiero llevar mis propios lugares de automóvil para poder irme temprano si lo necesito?

9. ¿Comer en exceso para hacer frente al estrés?

10. ¿Tengo miedo de asfixiarme con las relaciones íntimas?

11. ¿Me sobresalto fácilmente?

12. ¿Reacciono fuertemente a la cafeína o medicamentos?

13. ¿Tengo un umbral de dolor bajo?

14. ¿Tiendo a aislarme socialmente?

15. ¿Absorbo el estrés, las emociones o los síntomas de otras personas?

16. ¿Estoy abrumado por la multitarea y prefiero hacer una cosa a la vez?

17. ¿Me repongo en la naturaleza?

18. ¿Necesito mucho tiempo para recuperarme después de estar con personas difíciles o vampiros de energía?

19. ¿Me siento mejor en ciudades pequeñas o en el país que en ciudades grandes?

20. ¿Prefiero las interacciones individuales o los grupos pequeños en lugar de las reuniones grandes?

Ahora calcula tus resultados:

Si respondió sí a la una o cinco preguntas, es al menos parcialmente empático.

Responder sí a seis o diez preguntas significa que tiene tendencias empáticas moderadas.

Responder sí de once a quince significa que tienes fuertes tendencias empáticas.

Responder sí a más de quince preguntas significa que eres un empath en toda regla.

Determinar si eres un empático aclarará tus necesidades y qué estrategias utilizar para satisfacerlas. Esto es esencial para obtener una zona de confort en tu vida.

Elegir la empatía sobre la ira y el miedo genera un cambio profundo en nuestras relaciones, personal y globalmente. Cataliza una evolución compasiva de la humanidad y una esperanza para que nos llevemos de una manera más significativa como individuos y como planeta. La empatía será el factor decisivo entre la guerra y la paz, entre el odio y la tolerancia. Necesitamos crecer más que nuestro ser más pequeño y nuestros egos para ser empáticos en nuestras vidas. La empatía es el cambio de juego. Es el rasgo que finalmente salvará al mundo.

Extraído de la Guía de supervivencia de The Empath: Estrategias de vida para personas sensibles por Judith Orloff, MD. Más información sobre el poder de la empatía y los empáticos en www.drjudithorloff.com