Su activo no físico más atractivo y cómo usarlo

Por qué tu memoria puede ser tu cualidad más seductora.

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Fuente: estudio WAYHOME / Shutterstock

Todos apreciamos que la atracción es mucho más que física. A menudo nos sentimos atraídos irresistiblemente por ciertas personas, no por la forma en que se ven, sino por la forma en que nos hacen sentir. La investigación revela lo que todos sabemos instintivamente: hay emociones comunes que todos anhelamos, y deseamos pasar más tiempo con aquellos que pueden entregar los bienes. ¿Cómo lo hicieron? Al apelar a un deseo humano básico de sentirse importante, valioso y especial.

Una de las formas en que las personas cultivan nuestra emoción emocional y natural es muy simple. Ellos nos recuerdan. Afectuosamente.

¡Te recuerdo!

Imagina que te encuentras con alguien con quien fuiste a la escuela secundaria, que comparte con entusiasmo lo bien que te recuerda y las formas distintivas en las que te destacaste de la multitud. Ya sea que ella recuerde tus logros académicos, deportivos o incluso sociales, tal elogio puede hacer que tu día sea el mejor. También puede impactar positivamente tus sentimientos sobre ti mismo, así como sobre tu compañero de clase.

Ser inolvidable es a la vez halagador y humilde, y está ligado a nuestro sentido de autoestima. Los buenos políticos hacen que otros se sientan así intencionalmente. Los buenos amigos y seres queridos lo hacen auténticamente. Y con respecto al poder de la atracción, convenientemente, estar genuinamente interesado en otras personas hace que otras personas realmente se interesen en nosotros.

Lo contrario también es cierto. Otra experiencia humana común, desafortunadamente, es la decepción de ser olvidado.

El último insulto: ser olvidable

He procesado a padres que, en medio de señales de estacionamiento que nos advierten que no dejemos nuestros objetos de valor en el automóvil, dejaron atrás las posesiones más valiosas de todas: sus hijos. Este ejemplo extremo ilustra cuán distraídas se han vuelto algunas personas con tantas demandas de atención y tiempo. En un mundo de distracción y multitarea, las personas se olvidan incluso de sus seres queridos, a veces literalmente.

No necesita ser un niño para sufrir la picadura de ser pasado por alto o ignorado. La gente nunca deja de tener la necesidad de ser recordada. De hecho, algunas personas consideran que el olvido es el último insulto. ¿Alguna vez ha revisado las actas de una reunión a la que asistió solo para darse cuenta de que se omitió su nombre de la lista de asistentes? Peor aún, ¿qué pasaría si otros asistentes (erróneamente) afirmaran que las actas eran correctas? Debes haber hecho una buena impresión.

¿Por qué el hecho de ser olvidable es tan insultante? Quizás porque ser memorable está inexorablemente ligado a sentirse especial, lo cual es enormemente importante en el mundo de hoy. En una sociedad cada vez más competitiva, de altos estándares y logros excesivos, queremos sentir que, independientemente de nuestros atributos y talentos, somos valiosos.

Sentirse especial, a su vez, simplemente nos hace felices.

Sentirse especial, sentirse feliz

Todos podemos relacionarnos con las emociones positivas asociadas con el sentimiento especial. Los niños reciben un refuerzo positivo de los padres y maestros, los adolescentes obtienen autoestima adicional de sus compañeros y los adultos buscan cultivar relaciones amorosas y comprometidas que satisfagan esta profunda necesidad emocional. Pero, ¿cómo funciona exactamente?

Sentirse especial implica sentirse único, lo que la investigación muestra está ligado a la felicidad. En un artículo titulado “Sentirse especial, sentirse feliz”, Selda Koydemir et al. (2018) describen investigaciones que muestran que un sentido personal de singularidad se asoció positivamente con la vida auténtica, que a su vez se relacionó positivamente con la felicidad. Descubrieron que la relación entre un sentido personal de singularidad y felicidad estaba mediada por la autoalienación.

Señalan que sus hallazgos son consistentes con investigaciones anteriores que sugieren que un sentido personal de singularidad permite la libertad de elección con respecto a las formas de vida, en lugar de confiar en otros para proporcionar puntos de referencia. De manera similar, reconocen que sentirse único significa sentirse especial al caminar por el propio camino de la vida, en lugar de buscar conformarse a influencias externas.

Las influencias externas modernas en la sociedad de hoy en día incluyen estándares sociales altamente nobles, tanto de rasgos como de cualidades físicas y no físicas, la mayoría de las cuales son inalcanzables e incluso indeseables en términos de estilo de vida. Sin embargo, debido a que este es el mundo en el que vivimos, las personas que afirman nuestra singularidad, fallas, defectos y todo, son amigos de por vida.

Una buena memoria reúne a muchos amigos

Aquí está la mejor parte: es fácil convertirse en una fuente de autoestima auténtica para los demás. Comparte tus buenos recuerdos y haz el día de alguien. Recordar los pensamientos positivos sobre los demás es una bendición para usted y para ellos. En un mundo de competencia y dudas, los elogios auténticos son edificantes, alentadores y empoderadores.

Así que no seas un admirador secreto. Comparta un elogio genuino y aproveche los beneficios de su amabilidad.

Referencias

[1] Selda Koydemir, Omer Faruk Simsek, Tubanur Bayram Kuzgun y Astrid Schutz, “Sentirse especial, sentirse feliz: la autenticidad media la relación entre el sentido de la singularidad y la felicidad”, Current Psychology, mayo, 2018, 1-11.