Los pacientes con Misofonia requieren ayuda y comprensión

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Fuente: Rick y Brenda Beerhorst en Flickr

Algunas personas encuentran irritante el sonido de las uñas en una pizarra o el rugido de un cónyuge que ronca, pero ¿y si el sonido de alguien que lo respirara lo enviara a un ataque de ira? Esto es una realidad para muchos que sufren de misofonía.

Recientemente recibió la atención de los investigadores, la misofonía es una condición donde las personas tienen una tolerancia reducida para ciertos sonidos. Masticar, toser, rascar o hacer clic con el lápiz puede provocar una respuesta agresiva inmediata. Las rabietas verbales son comunes y en casos severos, las víctimas pueden incluso atacar físicamente al objeto o persona que causa el ruido.

"Vuelvo la vista hacia la fuente del ruido y me siento furioso con esa persona", explica Shannon Morell, víctima de la misofonia, a The Daily Record. "Lo único que puedo pensar es alejarme de la situación lo más rápido posible".

Muchos enfermos comienzan a estructurar sus vidas en torno a su lucha contra el desorden y evitan los factores desencadenantes al aislarse socialmente. Los espacios públicos como restaurantes o parques se evitan fácilmente y en casos extremos, comer o dormir en la misma habitación que un ser querido puede parecer imposible. Incluso establecer o mantener relaciones es muy desafiante.

La misofonía puede interferir con el desempeño académico y laboral. En un estudio realizado por la estudiante de doctorado Miren Edelstein en la Universidad de California en San Diego, los pacientes informaron problemas para concentrarse en la clase o en el trabajo debido a la distracción de los ruidos de activación. En algunos casos, los estudiantes pueden recurrir a aislarse, tomando sus cursos en línea.

David Holmes le dice a The Daily Record que encuentra refugio en el uso de auriculares (siempre que sea posible) para bloquear los ruidos externos mientras está en el trabajo.

Actualmente se cree que la causa de la misofonía es neurológica, donde los sistemas límbico (emocional) y nervioso autónomo del paciente están más estrechamente conectados con el sistema auditivo. Esta puede ser la razón por la cual escuchar un sonido desagradable provoca una respuesta emocional. Aage Moller, un neurocientífico de la Universidad de Texas, lo describe como una complicación en la forma en que el cerebro procesa los estímulos auditivos.

La investigación muestra que la misofonía generalmente se desarrolla en la pubertad y tiende a empeorar hasta la edad adulta.

Pero la misofonía todavía es muy malentendida. Hay una falta de investigación que examine sus causas o posibles tratamientos. No existe una cura, y algunos críticos incluso se preguntan si la misofonía debería considerarse un desorden, argumentando que es solo un capricho de la personalidad.

Si bien parece que hay poca ayuda disponible para las personas con el trastorno, Misophonia UK, una organización dedicada a proporcionar información y apoyo a quienes sufren de misofonía, describe una serie de intervenciones.

La Terapia de Reentrenamiento del Tinnitus (TRT) implica enseñar a los pacientes cómo desarrollar lentamente la tolerancia al sonido, mientras que la Terapia Cognitiva Conductual (TCC) se centra en cambiar las actitudes negativas que pueden contribuir a la gravedad del trastorno. En algunos casos, la hipnosis se puede utilizar para relajar a las personas. Las técnicas de respiración también se enseñan para que los pacientes puedan aprender a calmarse cuando escuchan los ruidos de su gatillo.

Llevar un diario para registrar sentimientos y proporcionar educación a sus seres queridos también son estrategias recomendadas por Misophonia UK. Los grupos de apoyo y los foros en línea como Misophonia del Reino Unido, Sensibilidad selectiva del sonido y Misophonia Support también brindan a los pacientes una manera de compartir sus experiencias e interactuar con los demás.

Investigadores del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Ámsterdam dicen que la clasificación del DSM puede ser necesaria para allanar el camino para un mayor reconocimiento e investigación del trastorno, y que si la misofonía no se considera una afección psiquiátrica distinta, al menos debería ser vista como parte del trastorno del espectro obsesivo compulsivo (OCSD).

La prevalencia de misofonía actualmente no está documentada, y parece que pocos buscan ayuda. Los que sufren de misofonía solo pueden hacer mucho antes de que el desorden comience a entrometerse en sus vidas.

– Anjali Wisnarama, escritor colaborador, el informe sobre trauma y salud mental

– Editor en jefe: Robert T. Muller, The Trauma and Mental Health Report

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