Más allá de la ira

Aprenda a usar su ira para solucionar problemas, no agravarlos más.

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La ira a menudo puede superar a las personas. Sin tomar una decisión consciente sobre cómo reaccionar, puede descubrir que discute, insulta, socava o incluso usa la fuerza física para expresar este sentimiento tan urgente. Si bien puede que estés totalmente involucrado en esto por el momento, la ira sin control suele ser contraproducente, o incluso completamente destructiva. Para avanzar hacia objetivos positivos que desea alcanzar, es importante responder a su enojo de manera más efectiva manteniéndolo bajo control, reduciéndolo o, si lo necesita, evitando por completo ciertas situaciones que lo enojen.

Dado el poder que la ira a menudo puede tener sobre las personas, la pregunta es cómo hacer frente a su ira. Aquí hay algunas estrategias básicas que puedes usar:

Evalúe el nivel de su ira: la ira se experimenta a lo largo de un rango, de leve a intenso. Cuanto menos intenso sea, más fácilmente podrás dirigirlo. Por lo tanto, practique la clasificación de su ira en una escala del 1 al 10. Cuanto más baja sea la calificación de su ira cuando comience a abordarla, más fácilmente podrá responder de manera constructiva y probablemente sus respuestas serán más efectivas.

Tómese un tiempo de espera: si su nivel de enojo es alto (por ejemplo, un 8), podría beneficiarse al alejarse de la situación. Concéntrese en su respiración (vea la sección a continuación) o simplemente distraiga. Cuando su enojo disminuye a un nivel en el que es más capaz de interacciones razonables, vuelva a la situación o persona para resolver el problema.

Respirar: las personas a menudo encuentran que prestar atención consciente a su respiración puede ayudar a reducir su enojo. A la vez, interrumpe el ataque furioso de los pensamientos y calma fisiológicamente el cuerpo. Intente respirar lentamente por la nariz y luego deje que la respiración se escape por la boca. Quieres que tu exhalación dure dos veces más que tu inhalación, por lo que puedes intentar respirar contando hasta 5 y exhalando contando hasta 10.

Practica la paciencia: elige dejar de tratar de hacer que algo suceda, y recuerda ser paciente. Esté abierto a comprender el problema ante usted desde una perspectiva externa. Si está enojado con una persona, esto significa ver la situación a través de los ojos de esa persona. Si está enfadado por una situación, podría significar “objetivamente” entender la naturaleza del problema que enfrenta. Una perspectiva más calmada y paciente puede ayudarlo a abordar la situación de manera más efectiva, en lugar de limitarse a enojarse.

Establecer límites firmes: sepa qué encuentra aceptable y qué no está dispuesto a aceptar. Cuando alguien sea intrusivo o le haga demandas poco razonables, sea claro acerca de sus límites y con calma, pero con firmeza, manténgalos.

Sea consciente de los efectos negativos de su enojo: al permanecer consciente de las desventajas de los gritos, ser pasivo-agresivo, golpear o expresar su enojo de otras formas destructivas, al menos se ayuda a cuestionar su reacción. A partir de ahí, puedes pensar en formas más constructivas de responder. A menudo, esto puede requerir un diálogo interno activo y frecuente.

Cuando repetidamente fracasas en responder constructivamente a tu ira, puedes preguntarte qué más puedes hacer. Las personas que han luchado contra la ira en muchas situaciones durante algún tiempo podrían necesitar terapia. Pero si su ira solo parece superarle en ciertas circunstancias específicas, considere si evitar la situación sería el mejor (y verdaderamente saludable) curso de acción. Si eso no es posible, intente retirarse rápidamente cuando su ira comience a aumentar. Cuanto mejor sea para ver su enojo como una señal notable de que algo está mal, en lugar de simplemente responderle de manera reflexiva, mejor estará en responder a él de manera que pueda mejorar o resolver los problemas.

Echa un vistazo a este breve video sobre este tema:

Las publicaciones del blog de Making Change son solo para fines educativos generales. Pueden o no ser relevantes para su situación particular, y no se debe confiar en ellos como sustitutos de la asistencia profesional.

Haciendo el cambio a través de la autoconciencia compasiva