Preocuparse: una pérdida de tiempo y energía

Por qué deberías dejar de preocuparte y empezar a vivir.

Preocuparse es una de las cosas más inútiles o sin sentido que la gente puede hacer. A menos que su preocupación pueda ayudarlo tangiblemente a identificar soluciones que pueda implementar para prevenir un resultado negativo, la preocupación es a menudo algo que las personas hacen para sentir que son productivas cuando en realidad solo están creando más angustia para ellas mismas.

Como trabajo con bastante frecuencia con los trastornos de ansiedad, la mayoría de las veces termino teniendo discusiones con mis pacientes acerca de la preocupación. La gente me dice cosas como “No puedo controlar mi preocupación”, “Me preocupo por cosas que sé que no sucederán” y “Me cuesta mucho sacar estas ideas de mi cabeza”.

Y eso es exactamente lo que es la preocupación. Pero el primer paso para reducir la cantidad de preocupación en su vida es reconocer que no tiene ningún propósito. Nuevamente, a menos que su preocupación lo lleve a identificar una gran solución (o, simplemente, cualquier solución tangible) que pueda implementar para evitar que algo suceda, la mayor parte del tiempo es:

1. Preocupación por algo que ni siquiera existe realmente (posiblemente todavía, pero probablemente alguna vez)

2. Preocupación por algo que existe, pero que está completamente fuera de su control

3. Nada más que una “acción” en la que nosotros, los humanos, nos comprometemos a sentir que somos productivos.

4. Algo que se interpone en el camino de nuestra vida real.

Con respecto al número tres, muchas veces las personas se preocupan activamente porque creen que realmente están haciendo algo al prestar atención a una situación real o percibida. Pero, de nuevo, a menos que pueda hacer algo que influya en el resultado, ¿cuál es el verdadero propósito de preocuparse?

“En realidad, a menos que pueda hacer algo y su preocupación lo lleve al punto en que identifique qué es ese algo, preocuparse solo lo llevará a sentir estrés, ansiedad, incomodidad y descontento”.

Tratar la preocupación

Para aquellas personas que me dicen que les cuesta mucho sacar sus preocupaciones de la cabeza, lo entiendo totalmente (realmente, lo hago).

Sin embargo, existen estrategias específicas que la terapia y la asistencia profesional pueden implementar para ayudarlo a reducir la preocupación que experimenta. Como mínimo, las estrategias son útiles para reducir su ansiedad. En lugar de permitir que tus pensamientos preocupantes se salgan de control, estas técnicas te ayudan a concentrarte en tu pensamiento y reconocer cuando tus pensamientos no son realistas o útiles. Esto, a su vez, lo lleva a comprender que no necesita concentrarse en estos pensamientos o permitirles que continúen plagando su mente.

Sin embargo, al igual que en cualquier tipo de psicoterapia, este cambio no puede ocurrir sin su participación muy activa. Requiere trabajo y participación activa en el proceso, pero es uno de los trabajos más beneficiosos que puede hacer.