Sobreestimulación y la Mente Docente

Routledge/Taylor & Francis, 2016 (author's book cover image, used with permission)
Fuente: Routledge / Taylor & Francis, 2016 (imagen de la portada del libro del autor, utilizada con permiso)

El enfoque de los docentes es tiró regularmente en diferentes direcciones por diversas y apremiantes demandas. Los estudiantes de todas las edades regularmente recurren a los maestros para satisfacer las necesidades inmediatas y variadas. Los padres están llamando o enviando un correo electrónico para escuchar cómo les va a sus hijos. Los administradores se detienen para preguntar si se ha entregado un formulario o si se ha leído un libro. El teléfono inteligente del maestro emite un pitido cuando llegan nuevos correos electrónicos de colegas y se hacen nuevos comentarios en las cuentas de redes sociales de aprendizaje profesional (PLN). La computadora portátil suena mientras un estudiante escanea su trabajo y necesita agruparse en una estación apropiada para prepararse para su próximo desafío de aprendizaje. Ah, y por supuesto, el maestro debe enseñar.

Sobreestimulación rutinaria

Cuando las personas no priorizan la información a la que prestan su atención, se reducen tanto su capacidad cognitiva como su efectividad (Schwartz, 2010). Esto es cierto en el campo de la docencia, donde hacer malabarismos con múltiples demandas es inherente a la profesión y la priorización es necesaria. Sin embargo, los cerebros de los maestros requieren descanso si los maestros deben proporcionar a los estudiantes su mejor enseñanza. La sobreestimulación rutinaria es uno de los 13 contribuyentes más comunes e impactantes al desgaste del maestro (Rankin, 2016).

Estrategias útiles

El tema de la sobreestimulación fue cubierto en un capítulo entero de mi reciente libro para maestros sobre cómo luchar contra el agotamiento de los maestros. A continuación hay una muestra de estrategias clave que los maestros pueden emplear para darles un descanso a sus cerebros, descargar pensamientos que distraen y recuperar algo de paz mental.

  • Use el almuerzo para sus necesidades personales (por ejemplo, camaradería con colegas) y las necesidades profesionales (por ejemplo, una fotocopia rápida) en lugar de gastarlo con los estudiantes.
  • Limite dónde y cuándo los correos electrónicos relacionados con el trabajo pueden comunicarse con usted (por ejemplo, consultar el correo electrónico solo durante un horario designado o nunca desde su hogar). La renombrada maestra Vicki Davis (2014) sugiere combatir el agotamiento al no sincronizar el correo electrónico de la escuela con su teléfono inteligente y al revisar el correo electrónico solo dos veces por día.
  • Hable con los administradores sobre correos electrónicos excesivos, como chistes de correo electrónico masivo del personal (por ejemplo, abuso de un atajo de correo electrónico "AllStaff @ …") o administración enviando varios correos electrónicos que podrían consolidarse en un anuncio semanal. También puede usar filtros de correo electrónico para archivar o archivar automáticamente correos electrónicos no deseados (por ejemplo, promocionales) a medida que llegan.
  • Desactive las alertas y notificaciones en su teléfono inteligente y software para que pueda verificarlos en los horarios designados en lugar de sentirse hostigado por los pitidos y zumbidos.
  • Establezca límites firmes cuando usa dispositivos, como hacer que todos los miembros de la familia coloquen sus teléfonos en un cajón (apagados) cuando lleguen a sus casas, y que los dejen allí hasta después de la hora de cenar.
  • Limite el uso de las redes sociales eliminando aplicaciones o enlaces de todos menos uno de sus dispositivos, designando una hora establecida de cada día como la única vez que verificará las redes sociales y / o reducirá el tamaño a no más de tres cuentas de redes sociales.
  • Resuelva no llevar el trabajo a su casa, o al menos llevar el trabajo a su casa cuando sea necesario (o esa parte) abordarlo esa noche o fin de semana. De lo contrario, la pila de papeles servirá como una inquietante distracción cuando deba recargarse mentalmente. Cameron (2014) sugiere mantener un límite de calificación realista, como 10-15 documentos por noche, en lugar de llevar a casa toda la pila de 50 documentos. La profesora de inglés Lisa Chesser (2014) sugiere dejar de lado una ventana de tres horas cada tarde cuando no se llevará a cabo ningún trabajo.
  • Mantenga una lista concisa de "cosas para hacer" o agenda para descargar su lista de preocupaciones mentales. La fijación de agenda ayuda al cerebro a priorizar la información digna de atención y combatir el agotamiento (Schwartz, 2010).
  • Siempre que sea posible, concéntrese deliberadamente en una cosa a la vez (por ejemplo, cuando trabaje solo, seleccione una tarea y no cambie a una tarea nueva hasta que haya completado la primera). La Dra. Kristen Race, experta en mindfulness, descubrió que la multitarea afecta al cerebro, que se ve obligado a retroceder tres o cuatro pasos (reorganizarse) cada vez que cambiamos tareas (Oumanski, 2015).

Salud Mental y Burnout

Períodos prolongados durante los cuales el cerebro puede reflexionar, soñar despierto y reflexionar para ayudar a las personas a resolver problemas y son esenciales para la salud mental. Los maestros necesitan tanta libertad de la distracción para prosperar en su profesión. La deserción de los docentes es alta: el 15% de los docentes abandonan la profesión cada año (Seidel, 2014) y más del 41% abandona la profesión en los primeros cinco años (Ingersoll, Merrill y Stuckey, 2014). La enseñanza es una profesión difícil en la que el agotamiento es desenfrenado, pero luchar contra la sobreestimulación puede ayudar a evitar el agotamiento (Rankin, 2016) y ayudar a estos profesionales vitales a perseverar y sentir paz en sus aulas.