Cuando corrijas una mentira, no la repitas. Haz esto en cambio

La corrección de reclamos falsos a menudo puede ser contraproducente, extendiéndolos aún más.

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Fuente: Pixel2013 / Pixabay

Las falsas noticias se están extendiendo a un ritmo alarmante, con un estudio reciente que sugiere que las historias falsas en Twitter tienen un 70% más de probabilidades de ser compartidas que las historias reales. Al mismo tiempo, el presidente Trump ha hecho más de 3000 reclamos falsos o engañosos desde el comienzo de su presidencia.

¿Cómo podemos luchar contra las mentiras y las noticias falsas? Podríamos pensar que deberíamos llamar y corregir información falsa, pero resulta que esto puede alimentar aún más las afirmaciones falsas.

Al determinar si un reclamo dado es verdadero, no siempre evaluamos críticamente las fuentes o buscamos pruebas que corroboren. En cambio, a menudo evaluamos de forma intuitiva si un determinado reclamo es cierto. Y un reclamo se siente más “verdadero” si se trata de la mente con fluidez y facilidad, lo que nos lleva a confundir lo que es familiar para lo que es verdad.

Esto se llama el “efecto de verdad ilusorio”, un fenómeno robusto que se ha replicado en una serie de experimentos psicológicos. En el primer estudio para evaluar este efecto, los investigadores de Villanova y Temple University mostraron a los participantes una serie de afirmaciones sin ninguna información sobre si eran o no ciertas. Luego, durante las siguientes dos semanas, a las personas se les mostraron estos reclamos junto con los nuevos, y se les pidió que evaluaran la “verdad” de todos estos reclamos. Las afirmaciones que los participantes habían visto anteriormente fueron calificadas como más “verdaderas” que las nuevas afirmaciones, independientemente de si realmente eran ciertas o no.

Recientemente, los investigadores de Yale examinaron este efecto en el contexto de noticias falsas. A los participantes se les mostraron titulares de noticias falsos reales utilizados en las elecciones de 2016, como “Mike Pence: Terapia de conversión gay me salvó el matrimonio” o “Noche de elecciones: Hillary estaba borracha, se hizo física con Mook y Podesta”. Incluso después de una sola repetición los participantes eran más propensos a calificar los artículos que habían visto antes como verdaderos. Este efecto aún funcionaba cuando las historias eran descaradamente absurdas o inconsistentes con la ideología del lector, e incluso cuando aparecían advertencias claras junto con los artículos que sugerían que habían sido impugnadas por los inspectores de hechos.

Los esfuerzos para verificar los hechos a menudo pueden ser contraproducentes, llamando más la atención a reclamos falsos o haciendo que las personas se pongan a la defensiva y se arraiguen más en sus creencias. Facebook aprendió esto de la peor manera cuando descubrió que la adición de advertencias en el feed señalando que una historia es falsa realmente contraproducente, lo que lleva a las personas a compartir más las historias falsas. En respuesta a esto, Facebook ahora está planeando reducir el tamaño de las noticias falsas en el feed.

Otro problema para corregir las mentiras es que tenemos dificultades para procesar las declaraciones con negaciones. Por ejemplo, un estudio encontró que una declaración como “John no es un criminal” puede evocar la impresión equivocada de que John es un criminal. Otro estudio encontró que los titulares redactados como preguntas (“¿Es John un criminal?”) Pueden formar impresiones que son tan negativas como los titulares redactados como declaraciones declarativas (“John es un criminal”). A pesar de esta investigación, los principales sitios de verificación de datos como Snopes y Politifact repiten historias falsas como preguntas en sus titulares. Por ejemplo, Snopes publicó recientemente un artículo titulado “¿Supervisó Barack Obama la separación de 89,000 niños de sus padres?” Si hace clic en este artículo, verá que esta afirmación es descaradamente falsa, pero este título solo podría estar cimentando una falsa idea en nuestras mentes

Entonces, ¿cómo desacreditamos las mentiras sin repetirlas y difundirlas más? La respuesta es simple. Al informar declaraciones falsas, siempre lidere con la verdad.

El lingüista cognitivo de UC Berkeley George Lakoff es una de las figuras más prominentes para promover esta idea. Él sugiere que cuando se informa una de las mentiras de Trump, siempre debemos hablar sobre la verdad primero. Entonces, debemos mencionar brevemente la mentira antes de volver a la verdad. A veces se refiere a esta idea como #TruthSandwich.

Esta estrategia podría ser un antídoto exitoso para el efecto de verdad ilusorio. Los estudios sugieren que recordamos los comienzos y finales mucho mejor que los medios, por lo que declarar una mentira, pero asegurarnos de poner la mentira en el medio, donde menos lo recordaremos, puede ayudarnos a garantizar que las cosas que nos son sinceras en realidad son.

En lugar de repetir un reclamo falso, considere este encuadre: “Los hechos son X, pero algunos han afirmado falsamente Y. Centrémonos en X.” Esta es una solución simple que periodistas, administradores de redes sociales, sitios web de verificación de hechos y las personas pueden usar para asegurarse de que esparzamos la verdad, no las mentiras.

Al informar mentiras, los hechos siempre deben ser lo primero. De esta manera, nuestras mentes dejarán de confundir los “hechos alternativos” con los reales.