Dolor y fatiga: concepto palindrómico o consecuencia vectored

El estudio de la asociación del dolor y la fatiga es, a primera vista, una cosa curiosamente confusa. En muchas enfermedades, el dolor y la fatiga pueden ser concurrentes; o un paciente puede experimentar un desfase temporal entre la experiencia de cualquiera de los dos: un cambio en el dolor podría provocar un cambio simultáneo en la cantidad de fatiga, o un cambio en el dolor puede ser anterior a un cambio en la fatiga. O tal vez un cambio en la fatiga puede preceder a un cambio en el dolor.

Es probable que uno no encuentre muchas objeciones a la hipótesis de que el dolor resulta en fatiga debido a la energía consumida por la supresión prolongada del dolor y la necesidad de conciliar el dolor. Sin embargo, la fatiga puede asumirse tan fácilmente como la causa del dolor, ya que hace que los pacientes sean menos capaces de suprimir y controlar el dolor.

Por otra parte, tal vez deberíamos suspender este pequeño debate: podría ser que los cambios en la fatiga y el dolor compartan fluctuaciones aleatorias, y no sigan ningún patrón, y ciertamente no el uno al otro.

Un estudio publicado en la edición de este mes de "Arthritis Care & Research" examinó el curso del dolor y la fatiga en una enfermedad, la artritis reumatoide (AR), en el transcurso de un año. El dolor y la fatiga se midieron mensualmente, y los autores concluyeron que el dolor y la fatiga mostraban fluctuaciones sincrónicas; la relación entre los dos síntomas no era temporal. No hubo retraso de tiempo.

Otros han estudiado la relación entre el dolor y la fatiga utilizando mediciones diarias, no mensuales:

• Un artículo de 1997 publicado en "Arthritis Care & Research" concluyó que en pacientes con AR no había diferencias en los niveles de dolor y fatiga entre los días; y las variaciones de dolor y fatiga no pueden explicarse por el estado de ánimo de un paciente en un momento dado.

• Sin embargo, un estudio publicado en 2010 en el "Journal of Pain" encontró que los pacientes con AR que experimentaron días con más eventos positivos experimentaron niveles más bajos de fatiga en el mismo día y niveles más altos de fatiga al día siguiente en las mujeres; pero esto no se observó para los hombres.

• Los artículos publicados en la revista "Pain" en 2002 y el "Journal of Pain" en 2011 encontraron que los pacientes con fibromialgia experimentaron una variación diaria en el dolor y la fatiga que parecía estar mediada por el estrés y la calidad del sueño.

El jurado aún puede decidir si las diferencias de sexo juegan un papel en la fatiga y el dolor, ya que no hay acuerdo en la literatura actual: un estudio publicado en el "Annals of Rheumatic Disease" en 2010 encontró que las mujeres más jóvenes con muchos roles para jugar a diario en la vida eran más vulnerables a las consecuencias negativas de la fatiga asociada con la AR. Por el contrario, en el último estudio discutido anteriormente, no se apreciaron tales diferencias sexuales.

Sin embargo, no importa si el dolor es el huevo y la fatiga del pollo, estos dos síntomas potencialmente debilitantes, observados en una variedad de enfermedades y síndromes de fatiga crónica y dolor, a menudo empeoran o mejoran por una variedad de factores, incluidos los psicológicos. Y los profesionales de la salud no pueden asumir que el tratamiento de uno de estos dos automáticamente hará que el otro mejore. Tanto el dolor como la fatiga deben ser reconocidos y tratados, ya que ninguno de nosotros puede persistir en la suposición de que la mejoría de uno llevará a la extinción.