"Educar la mente sin educar al corazón no es educación en absoluto"
– Aristóteles
Los niños no son los únicos que vuelven a la escuela: los docentes también. Y con el comienzo del nuevo año escolar vienen las resoluciones de los maestros: Este año voy a _____________ (complete el espacio en blanco). Ya sea que dedique más tiempo a preparar las lecciones para convertirse en un experto en el manejo del aula, cada maestro puede comenzar de nuevo y comenzar de nuevo. Esto es parte de la alegría de la educación: aprendizaje continuo. Con esto en mente, voy a compartir algunas sugerencias para los maestros que regresan a la escuela y que desean crear un aula de ecualización alta para que más niños puedan prosperar.
Inteligencia emocional
La inteligencia emocional (EQ) es la capacidad de identificar y manejar las propias emociones, así como también de relacionarse con las emociones de los demás. Por supuesto, el salón de clases se desarrolla con situaciones emocionales altamente cargadas para los estudiantes de primaria, tales como ansiedad ante exámenes, problemas con los compañeros, burlas, pruebas fallidas, frustración y aburrimiento, por nombrar algunos. Tales altibajos emocionales no pueden ser ignorados, pero deben ser reconocidos como parte de la educación real actual.
Educar la mente sin educar al corazón, como mencionó Aristóteles, no es educación en absoluto. Esta es la verdad, y en el mundo rápidamente cambiante de hoy, vemos florecer a aquellos que han desarrollado EQ y SQ (inteligencias emocionales y sociales) junto con su coeficiente de inteligencia. Entonces, crear un salón de clases donde se siembren las semillas de la inteligencia emocional es de suma importancia ya sea que te midan como maestro por eso o no. Algunas "frutas que cuelgan poco" para ayudar a crear un salón de clases de este tipo incluyen la implementación de:
La creación de un salón de clases de ecualización alta ocurre paso a paso, y estas sugerencias son simplemente el punto de partida para ese esfuerzo. Por supuesto, la inteligencia emocional y SEL son temas sofisticados, pero sé con certeza que a veces son las "pequeñas cosas" como ejercicios de gratitud o descansos cerebrales que pueden ayudar a tener un impacto positivo en la vida de un estudiante y tal vez incluso en el año escolar.
Por Maureen Healy
Maureen Healy es una autora premiada y líder en el campo de la salud emocional de los niños. En 2016, creó y enseñó su plan de estudios SEL (aprendizaje social y emocional) para estudiantes de K-8: Seeds of Happiness . Junto con la enseñanza, Maureen continúa trabajando directamente con padres e hijos. Para obtener más información: www.highlysensitivekids.com