¿Eres también mucho mejor que otras personas?

La mayoría de las personas se consideran a sí mismas en términos más positivos que otras personas, y tienen una visión excesivamente optimista de sus circunstancias y posibilidades. Tales ilusiones positivas, como se les llama, son de tres tipos: un sentido inflado de las propias cualidades y habilidades, un optimismo irreal sobre el futuro y una ilusión de control sobre los acontecimientos externos. Por ejemplo, la mayoría de la gente piensa que es un conductor, ciudadano o padre mejor que el promedio, lo que implica colectivamente que el conductor, ciudadano o padre promedio no es en absoluto promedio. Una pareja a punto de casarse es probable que sobreestime las probabilidades de tener un hijo superdotado, pero subestime las probabilidades de tener un aborto espontáneo, enfermarse o divorciarse.

Las ilusiones positivas pueden conferir ciertas ventajas, como la capacidad de asumir riesgos, perseverar en grandes empresas y enfrentar eventos traumáticos. A más largo plazo, sin embargo, la pérdida de perspectiva y el mal juicio que provienen de la autoestima indebida y la falsa esperanza probablemente nos predispongan al fracaso y la desilusión, sin mencionar los problemas emocionales y de comportamiento (como la ansiedad y la ira). que están asociados con una posición defendida.

Es interesante observar que las ilusiones positivas son particularmente frecuentes en las culturas Occidental y Occidentalizada; en las culturas del este de Asia, por ejemplo, las personas no tienden a mejorarse a sí mismas e incluso pueden ser modestas. Las ilusiones positivas también son más marcadas en personas no calificadas que en personas altamente calificadas, que tienden a suponer, falsamente, que aquellos a su alrededor disfrutan de un nivel similar de competencia. Este llamado efecto Dunning-Kruger está encapsulado en una línea corta del Descenso del Hombre de Darwin: "La ignorancia engendra más confianza que el conocimiento".

A diferencia de la mayoría, las personas que pueden ser diagnosticadas con depresión son propensas a una serie de sesgos o distorsiones cognitivas que podrían considerarse como "ilusiones negativas". Sin embargo, la literatura científica sugiere que estas personas también pueden mostrar un juicio más preciso sobre el resultado de los llamados eventos contingentes (eventos que pueden ocurrir o no) y una percepción más realista de sus cualidades, capacidades y limitaciones. Este fenómeno del llamado realismo depresivo es más pronunciado en el extremo más leve del espectro depresivo, y puede ser que la percepción más precisa del yo y la realidad no pertenezca a los tranquilos o alegres, sino a los levemente descontentos.

Neel Burton es autor de El significado de la locura , El arte de la falla: La guía contra la autoayuda, Ocultar y buscar: La psicología del autoengaño y otros libros.

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Fuente: Neel Burton