Lecciones financieras del huracán Sandy

Hace un año, la costa este estaba siendo devastada por el impacto del huracán Sandy. Para aquellos de nosotros en Nueva Jersey y Nueva York, el impacto fue en algún lugar entre la devastación profunda y completa. Fuimos testigos de lo mejor en rasgos humanos y lo peor; de aquellos que desinteresadamente ayudaron a otros a aquellos que, ignorando las advertencias, pusieron a otros innecesariamente en riesgo. Fuimos testigos de aquellos que estaban bien preparados para la terrible arremetida y los que no hicieron nada más que convertirse en víctimas.

Como planificador financiero, veo estos rasgos en muchas personas en lo que se refiere a su disposición y capacidad para considerar sus necesidades y planificar su futuro. Algunos han convertido el pensamiento en acción y están en camino a vivir su futuro preferido, mientras que otros no han hecho nada más que hundirse más y más en un agujero de desesperación y fracaso.

Las imágenes de calles inundadas, casas derruidas y barrios devastados nos recuerdan lo que sufrimos el año pasado. Para aquellos de nosotros que estuvimos seguros en nuestros hogares pero sin electricidad, estas son imágenes nuevas y conmovedoras. Lo que es más importante, debemos tomarnos un momento para recordar la dura experiencia que muchos vivieron y los que perecieron, y celebrar los muchos actos de coraje y generosidad extendidos a otros necesitados.

Nuestras vidas financieras pueden ser tan frágiles como lo era nuestra infraestructura hace un año, a menos que tomemos medidas activas para prepararnos para posibles problemas y mitigar los riesgos siempre que sea posible. En preparación de la inminente tormenta, las personas compraron generadores, abastecieron suministros y crearon planes de contingencia. Estos mismos pasos son necesarios e importantes al considerar lo que necesitamos para vivir una vida económicamente responsable y apropiada. ¿Ha revisado o considerado alguno de los siguientes:

  1. ¿Tiene un fondo de emergencia adecuado para cubrir sus necesidades en caso de pérdida de ingresos?
  2. ¿Ha revisado sus pólizas de seguro por montos apropiados de cobertura, deducibles y límites de póliza?
  3. ¿Estás ahorrando sistemáticamente cada período de pago?
  4. ¿Tiene un plan financiero escrito?
  5. ¿Tiene un testamento y otros documentos apropiados de planificación patrimonial, incluidos los poderes?
  6. ¿Ha hablado sobre las oportunidades de ahorro fiscal con su CPA?
  7. ¿Su cartera refleja su capacidad actual para soportar el riesgo?

Al igual que el impacto de un huracán, nuestras vidas financieras se pueden reducir a escombros sin una planificación adecuada y la consideración de nuestras necesidades y objetivos dentro de nuestras limitaciones financieras. Pero con atención, pensamiento y acción, somos más capaces de resistir la avalancha de desastres inesperados. Las secuelas del huracán Sandy son una gran lección de resiliencia, un rasgo de carácter necesario para todos nosotros.