Por qué deberías celebrar el día de acción de gracias todos los días

La gratitud diaria es un refuerzo de la felicidad.

Acción de gracias es el día de gratitud, pero no tiene que ser así.

No estoy diciendo que no deberíamos estar agradecidos en este día. ¿Pero por qué limitar la gratitud expresada a un solo día? Es como celebrar a tu cónyuge solo en tu aniversario.

Debemos estar agradecidos por las cosas buenas de la vida diariamente. Desarrollar una actitud de gratitud mejora dramáticamente su bienestar: celebremos el Día de Acción de Gracias todos los días.

La gratitud es buena para ti

Los malos recuerdos son más fáciles de recordar.

Las experiencias negativas tienden a ser más vívidas que las positivas, como lo demuestran los estudios de fMRI. Volver a encender tu cerebro para recordar las cosas buenas, toma tiempo. Debe entrenar su corteza orbitofrontal y la amígdala para reconocer los eventos positivos; debemos crear el hábito de crear recuerdos positivos.

La gratitud es buena para usted: reconocer los eventos positivos tiene muchos beneficios, según la ciencia. Un estudio encontró que el registro regular y deliberado de nuestras bendiciones mejora nuestra salud mental y nuestro bienestar general.

Como escribió Charles Dickens, “Reflexiona sobre tus bendiciones presentes, sobre las cuales cada hombre tiene muchas, no sobre tus desgracias pasadas, de las cuales todos los hombres tienen algunas”.

La apreciación es la alegría de ver lo bueno en algo o en alguien: este estado mental aumenta tanto nuestra felicidad como nuestra motivación.

Ser agradecido tiene muchos efectos positivos según la ciencia. Abre las puertas a más relaciones, mejora la salud mental y física, y el sueño: aumenta tu autoestima.

Junior Moran/ Unsplash

Fuente: Junior Moran / Unsplash

La apreciación requiere no dar todo por sentado. Hay tres por las que deberías estar agradecido:

  • Las bendiciones y experiencias en la vida.
  • Lo bueno dentro de los demás.
  • El bien dentro de ti

La gratitud te conecta con algo más grande que tú: experimentar la vida como un regalo sorpresa. Siempre hay algo nuevo que descubrir y agradecer. Solo tienes que abrir tu mente.

No se aproxime a la gratitud diaria como algo transaccional: hágalo para sentirse bien, no para obtener algo a cambio.

Convertir la gratitud en un hábito

“A menudo damos por sentado las cosas que más merecen nuestra gratitud”. – Cynthia Ozick

La gratitud requiere tomarse el tiempo para hacer una pausa y reflexionar sobre todo lo bueno que sucedió a lo largo del día. Mantener un diario de gratitud es una práctica cada vez más popular.

Ser apreciativo comienza contigo mismo. La mayoría de las personas tienen miedo de ser felices, no pueden reconocer su propia bondad.

Un diario de gratitud es una forma simple y efectiva de crear recuerdos positivos: ponga la energía en capturar cada buena experiencia, sin importar cuán pequeña sea. La felicidad es un subproducto de pequeñas victorias: las pequeñas victorias se acumulan creando impulso. Construimos un sentido de mayor logro.

Pasamos nuestras vidas buscando ese momento perfecto: un diario de gratitud te ayudará a ver la felicidad en lo que ya tienes o haces. Recomiendo escribirlo por la noche. Terminará cada día con una actitud agradecida: la mentalidad que lleva a la cama define cómo duerme.

Sigue estos pasos.

1. disminuir la velocidad

Una hora antes de irse a la cama, desenchúfese de programas de televisión, redes sociales, correos electrónicos, noticias, etc. La luz de las pantallas reduce la producción de melatonina: confunde a su cuerpo y pone en peligro su sueño.

Siéntese en una posición cómoda y respire profundamente 2–3. Siente cómo el aire fluye a través de tu cuerpo. Vuelve a conectar con tu cuerpo. Tome respiraciones más profundas y relájese.

2. Guarde sus preocupaciones a un lado

¿Qué te preocupa? Sigue respirando Reconéctate con tu día. Quita tus distracciones. Cuando nos preocupamos, no podemos prestar atención.

¿Qué te mantiene ansioso o preocupado? Escríbelo. Visualiza cómo tus preocupaciones se mueven de tu cabeza al papel.

3. Crea recuerdos positivos

¿Por qué deberías estar agradecido hoy? Revise todo el día y recuerde todos los buenos momentos, sin importar cuán pequeños sean.

Escribe todo lo que deberías sentirte agradecido por la vida, los demás y por ti mismo. El propósito es terminar el día celebrando cosas buenas en lugar de quejarse de lo que salió mal.

Has terminado un proyecto. Tu jefe te dijo lo feliz que estaba con tu trabajo, frente a todo el equipo. Finalmente terminaste de leer ese libro. Tu hermana llamó para hacerte saber que está embarazada. Tu mejor amigo está en la ciudad y te invitó a cenar. Tu hijo lavó los platos antes de que se lo pidieras.

Se específico. Captura la experiencia, no solo el hecho. “Mi esposa me dio un suave masaje en el cuello mientras preparaba la cena para los dos”. Recordamos y nos conectamos con las historias.

4. Reflexiona y envuelve

Un diario de gratitud es un hábito de reconocer lo mejor de nosotros, las personas y la vida. Al afirmar las fortalezas, éxitos y potenciales pasados ​​y presentes, reconocemos lo positivo en la vida.

Una vez, capturaste todas las buenas noticias, reflexiona sobre el día. ¿Cuál es la historia? Escribe una oración para resumir tu día usando este formato: “Hoy fue increíble porque …”

La forma en que termina su día moldea la forma en que se despertará a la mañana siguiente. No puedes controlar la vida. Pero puedes controlar las historias que te cuentes.

5. Repetir y construir

Al principio, puede que te resulte difícil recordar las “cosas buenas”. Está bien, estamos conectados para recordar las cosas malas. Sin embargo, con el tiempo, su cerebro se volverá cada vez mejor a la hora de crear recuerdos positivos.

La práctica construye un hábito. Enfocarse en lo positivo se sentirá más natural día tras día: su lista crecerá cada vez más antes de que lo note.

Para llevar

Una vez que termine el Día de Acción de Gracias, no deje que su sentido de gratitud se desvanezca. Recuerde, entrenar su cerebro para recordar lo positivo requiere construir un hábito diario.

Practica el diario para darte cuenta y recordar todo por lo que deberías estar agradecido: aprecia lo positivo en la vida, en los demás y en ti mismo.

Celebre el Día de Acción de Gracias todos los días. Mereces sentirte agradecido y feliz a diario, no solo una vez al año.