Apoye su sistema inmune a través de la regulación emocional

Esta época del año tiene una reputación como el comienzo de una serie miserable de enfermedades que atrapamos fácilmente. Con el nuevo año escolar y el cambio de estaciones, lo inevitable: comienza a ver anuncios de medicamentos para la tos y recordatorios para vacunarse contra la gripe. Escucha a tus compañeros toser y estornudar. En poco tiempo su hijo llega a casa con los resfríos. Pronto el virus que él o ella ha recogido de sus compañeros de clase ha circulado por la casa y sientes esa cosquilleo inconfundible en la garganta.

Obviamente, existen las precauciones físicas usuales que se deben tomar, como lavarse las manos y ser diligentes con la dieta y el sueño. Pero también hay un componente de metal para evitar los resfríos y la gripe. Su forma de pensar no puede combatir los gérmenes, pero puede estimular su sistema inmunológico o debilitarlo.

Desde una perspectiva emocional, la clave para mantener fuerte tu sistema inmune, en lugar de sabotearlo, radica en cómo lidiar con el estrés. Hay muchas cosas además de los estresores diarios que pueden aumentar nuestro estrés y ansiedad: cambiar situaciones de la vida, como mudarse a una nueva residencia o comenzar un nuevo trabajo, enfrentar la pérdida de un ser querido, comprometerse con un proyecto grande que es exigente de nuestro tiempo y energía.

El primer paso es reconocer signos de demasiado estrés como cambios en el sueño, cambios en el apetito, aumento de la irritabilidad y ansiedad. Una vez reconocidos, se pueden tomar medidas para mitigarlo, con el objetivo de acortar las respuestas fisiológicas de nuestro cuerpo al estrés.

Aquí hay algunas estrategias fáciles pero efectivas para emplear cuando las cosas se ponen difíciles, para aumentar el estado de ánimo y apoyar su sistema inmune:

* Sé consciente de las conversaciones negativas. Los pensamientos de "Simplemente no puedo hacer esto" a menudo se cuelan en nuestras cabezas sin que nos demos cuenta, como un ladrón en la noche. Nos roban nuestra confianza y así aumentan nuestro estrés con sus últimos estribillos. Sea consciente de esta pequeña voz y haga el esfuerzo consciente para contrarrestarla con pensamientos positivos. Mientras más hagas esto, menos prevalecerá esa pequeña voz maliciosa.

* Trabaja en tus relaciones. Las relaciones deficientes son profundamente perjudiciales para nuestra salud mental tanto a corto como a largo plazo. Enfóquese en fomentar y disfrutar de sus relaciones saludables. Esto puede darte un "tiro en el brazo" proverbial cuando más lo necesites.

* Hacer ejercicios de relajación y técnicas de enfoque. La meditación puede hacer maravillas para despejar la mente de desorden y ayudar a regular nuestra temperatura emocional. Emplea tales técnicas durante todo el día. No tiene que ser una tarea laboriosa; incluso tomar unos minutos para cerrar los ojos y respirar profundamente puede apagar el cortisol y la liberación de adrenalina de nuestro cuerpo. Integre la relajación muscular progresiva como parte de su régimen.

* No te olvides de disfrutar. Una manera infalible de mejorar tu estado de ánimo, justificando así el tiempo invertido, es hacer algo de lo que obtengas placer. Vea una película que le haya interesado, almuerce con un amigo, escuche sus álbumes favoritos. En otras palabras, engañe a su sistema nervioso para que se tome unas horas de descanso de las cargas que inadvertidamente lo ha colocado debajo.

Estas son solo algunas de las opciones para manejar su estrés de una manera fácil y eficiente. Por supuesto, estos no obvian la necesidad de tareas físicas como ejercicio, lavado de manos, sueño adecuado y dieta. Pero la práctica de estas técnicas puede brindarle a su sistema inmunitario ese apoyo crucial que necesita en esta época del año.